El profesor Harald Helfgott no se demoró ni 30 minutos en llenar con ecuaciones, teoremas y enunciados matemáticos una pizarra gigante en el aula Maxwell de la Universidad San Francisco de Quito. En este centro de estudios se dictan talleres de matemáticas con profesores considerados íconos en su campo.
Helfgott es reconocido en el mundo matemático porque en el 2013 demostró un resultado que estaba pendiente desde hace más de 270 años: la conjetura débil de Goldbach. Esta conjetura dice que todo número impar mayor que 5 puede expresarse como suma de tres números primos.
Data del año 1742; fue encontrada en una carta del matemático Goldbach dirigida a su colega Euler y publicada en Gran Bretaña en el año 1770, pero sin prueba .
Helfgot realizará una exposición sobre esta teoría mañana viernes 16 de septiembre en el edificio DaVinci del campus Cumbayá, en el nororiente de Quito, a las 15:00. La entrada no tiene costo y está abierto a estudiantes y profesores de matemáticas. También dicta un curso sobre crecimiento de grupos que culminará este jueves 15 de septiembre.
El profesor habló con este Diario y explicó que en el curso de cuatro horas sobre el crecimiento de grupos hablará que el orden de los factores sí puede afectar el producto. “En una estructura uno puede combinar las acciones posibles y preguntarse cómo crece el número de resultados en término del número de pasos que uno toma. Voy a hablar sobre términos de prueba”.
Los cursos se extenderán hasta la próxima semana. Los temas avanzados del análisis armónico y funcional y sus aplicaciones a las ecuaciones en derivadas parciales se dicatarán el lunes 19 y martes 20 de septiembre de 14:00 a 17:00. También el miércoles 21 y viernes 30 de 15:00 a 18:00
En este taller intervendrán los profesores Miguel Yangari, Fernando Cortez, de la Escuela Politécnica Nacional; Claudio Muñoz (de Chile) y Diego Chamorro.
Chamorro es PHD de Le Cole Normal Superior, profesor de la Universidad de Ivry en Francia y presidente de la Fundación para las Ciencias Exactas del Ecuador (Amarun), que organizó los cursos de verano en conjunto con la Universidad San Francisco de Quito.
La Fundación tiene el objetivo de desarrollar este campo de matemáticas y física. Fue creada en París y se registró legalmente desde el 2006.
Chamorro explica siempre sus teorías o problemas relacionados con actividades prácticas. Él reconoce que no era buen estudiante de matemáticas en el Colegio Isaac Newton, pero el profesor Boris Álvarez le enseñó “la belleza” de las matemáticas. Las compara con la música y la armonía al tocar.
Estos cursos se dan en un contexto adverso a las matemáticas. Los estudiantes ecuatorianos tienen baja calificaciones en la materia. En las últimas pruebas Ser Bachiller que se tomaron en la región Sierra y Amazonía, los jóvenes obtuvieron un promedio de 743 puntos en la materia. Por debajo de las ciencias sociales y naturales y de lenguaje.
El profesor de la Universidad de Ivry resaltó que hay que mejorar en la forma de enseñanza. “Lo que hay que ver es un juego de detective. Uno descubre la trama, quién es el asesino, el culpable. Ese juego es lo que debería incentivarse para que estudien matemáticas”.
Fuente: elcomercio.com